[018] - Junio


Liliana me colgó el teléfono y no quería hablar conmigo. Contacté al día siguiente a una amiga suya, y después de dos horas tratando de convencerla que no había sido yo, me contó que esta persona que se había hecho pasar por mi sabía muchas cosas personales nuestras, tal vez las había leído de los correos que constantemente nos enviábamos. Esto era una pesadilla, el control que tanto buscaba estaba saliéndose de mis manos. Traté de entrar a mi correo pero la contraseña había sido cambiada. Intenté recuperar mi email con las herramientas que tenía a la mano, pero fue en vano, las cuentas públicas se han vuelto un poco difícil de burlar a estas alturas. Era hora de recurrir a Java, aunque sentía una extraña sensación que esto era ligeramente familiar.

No había manera de recuperar el correo, así que lo único que quedaba según Java era destruirlo, para lo que habían determinados sitios web que te ayudaban a hacerlo. Tenías que contactar al web master y bombardeaban el correo de tal cantidad de correos publicitarios y virus que por política la proveedora del servicio te cancelaba la cuenta. Por el momento una parte del problema estaba solucionado, pero me ponía a pensar que esta persona tenía acceso a información íntima. Me sentía observado y paranoico, ¿esto era karma?, ¿Que así como acostumbraba a hakear web sites y usar su información a mi criterio, alguien lo estaba haciendo conmigo?, ¿Esto era personal o simplemente un juego para alguien?.

– Continúa –

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