[002] - Junio


Regresaba apurado a la oficina, porque el tiempo se acababa, cada paso que daba, cada minuto del tiempo, era parte de un plan exacto, desde el hecho de haber salido diez minutos antes porque sabía que mi jefe se metía al baño a una determinada hora con le periódico bajo el brazo, o que mi compañero de carpeta subiría a fumar su puchito al balcón, o que otro compañero más iría a dar una vuelta para reconocer sus dominios o a gilearse a alguna nueva secretaria, practicante o analista, ya que estoy seguro que puede oler las feromonas en el aire mejor que nadie. Yo había tratado de combinar de la mejor manera la universidad con mi trabajo, aceptando proyectos que sólo con analizarlos en la mente sabía que serían viables, o que podía colgarme de algún trabajo previo como base y finalizarlo en tiempo record. Estas técnicas o mañas las había aprendido de varios amigos de la universidad, la mayoría de un compañero que conocí en los primeros ciclos, y descubrí de casualidad que era un hacker ya que yo mismo trataba de incursionar en esos campos. Este amigo se convirtió en mi maestro, quien me tomó bajo su tutela como un aprendiz de artes marciales. Todo tenía una razón de ser, y todo tenía un método, y a veces parecía un juego de egos, era el hecho de “Yo puedo” y la capacidad de este individuo crecía aún más con cada logro de ingreso a diferentes webs. Yo recién aprendía y escuchaba atento, hasta que encontramos a un primer enemigo.

- Continúa -

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