[015] - Agosto


Finalmente llegaron a la playa a un par de cientos de kilómetros de donde él se suponía que debía estar. Él bajó casi al mismo tiempo que la chica de los cabellos largos y se adelantó para observarla desde algún punto ciego. Vio que tendió una toalla pequeña en la arena y se sentó en ella, descargando algunas cosas de su bolso. Luego se untó un par de cremas en la piel y se tumbó a disfrutar de su libro. Él se sentó en un restaurante que tenía sillas casi en la arena y se lamentó de nunca haber comprado unos lentes oscuros, el sol ciertamente lastimaba sus ojos y estaba tratando de olvidar que el dolor de la nuca le perforaba el cráneo. Pidió un café el muy desubicado y le sirvieron uno extremadamente dulce, lo cual no le importó.

- Continúa –

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