El camino tenía un sol de los de la música antigua de la casa, la luz caía sobre sus ojos con un atuendo naranja cuando tenía los ojos cerrados. Entonces como si todo hubiese sido un sueño despertó y se dio cuenta en donde estaba, que la chica de los cabellos largos seguía atenta a su libro sin percatarse de su entrometida presencia. Él nunca pensó que podría llegar a hacer algo así. Recordó el tramo que habían hecho como si hubiera sido parte del sueño, y fue cuando recordó los pequeños momentos que miraba la luz que golpeaba las cortinas de su habitación, comprendió que el impulso de seguirla y estar ahí fue el mismo deseo de salir y que el sol oscureciera un poco su piel y que tomara un tono más saludable, así como su vida.
- Continúa –
0 comentarios:
Publicar un comentario