[018]


La percepción de Liliana había cambiado mucho, se convirtió en asidua creadora de la realidad que la rodeaba, lo cual disfrutaba bastante; era un cambio radical a lo que… ¿era?, ya habían pasado tantos atardeceres siguiendo a las hormigas, dando vueltas al paraje donde vivían ¿esperando algo?, las seguía con la secreta intención que cambiaran de rumbo y la guiaran de regreso al jardín donde pasaba los atardeceres rojos, pero eso se veía tan lejano ahora, tan difuso y hasta difería tanto de la que ahora llamaba realidad, la cual era todo lo que ella hubiera deseado, pero aún así estaba inquieta. Ella se sentía diferente, su mirada estaba más enfocada, y sus manos menos intranquilas, pero aún así sentía que le faltaba algo. Fue entonces que escuchó de lejos un quejido, que hizo temblar la tierra debajo de sus pies. Corrió a donde estaba la tortuga, sabiendo que algo pasaba con el pilar del mundo, y la encontró agonizando.

- Continúa -

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