[007]

Liliana había cambiado demasiado, ya no se le podía controlar como antes, ahora rompía cosas, no se sabía donde andaba, corría por la casa perturbando el silencio, llegaba con las rodillas raspadas y esto era demasiado trabajo para su madre, quien no acostumbraba hablarle a su esposo acerca del “problema que se había vuelto la niña”. Decidió por fin, tocar la puerta del estudio, cosa que no había hecho en años. –Tenemos que hablar- le dijo mordiéndose la larga uña de uno de sus largos dedos – ¡La niña está fuera de control, es… como si fuera… ¡un niño normal!! , no me tomes a mal, amo a mi hija, pero… se esta volviendo una malcriadita… aunque nosotros somos los que la criamos… pero no queremos… no que no queramos… sino que…- su esposo la miraba fijamente, aún no cerrando el libro que tenía en manos, esperando que esta crisis (como todas las otras) terminara por si sola, ya que ella solía hablar mirando al techo y terminar dándose una respuesta ella misma. Pero esta vez era diferente, su esposa estaba con el cabello despeinado, y podría jurar que sus manos estaban temblando y las manchas en su rostros estaban mas visibles. Ella seguía hablando mirando al techo, y caminando en círculos, filosofando acerca de la educación, alimentación y disciplina que se debe imponer, ya que lo leyó en libros y webs especializados… -¿Entonces, que sugieres?- la interrumpió, cerrando el libro, lo cual cortó de golpe el transe de la mujer…

- Continúa -

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