árbol


Lo siento mucho mi querido hijo, de una u otra manera, la recompensa estará posicionada, debajo de un árbol o sobre un abrazo en otra piel. Quiero creer que todo tiene un por qué, y sé que a veces es difícil decirlo sin titubear. Yo, que sobre mi abrigada soberbia existencia, quiero sentirme instrumento de un titiritero, parte y arte de un plan inmenso, hijo de alguien y mensajero de otro... Y así cuando cierres los ojos confirmarás antes que yo y que muchos más, que mirar al cielo buscando respuestas, no es una pérdida de tiempo.

tu vida en colores

camina naranja
y no emite sonido
permanezco callado
____________________a un costado____*brillando_
en el bendito zumbido*
de mi manía de morder

ahora va verde
esperado_____y gris
yo aún a un costado
de su fucsia acostumbrado
que esperan_______________también

Lo oculto - (2)

Mi percepción acerca de este familiar fue cambiando conforme fui creciendo, la verdad siempre la he apreciado mucho ya que ella era muy cariñosa conmigo e incluso tenía una foto mía de bebé en su cartera que la cargaba a todos lados. Las visitas de esta tía eran un tanto restringidas a la casa, ya que cuando venía se sentía un ambiente cargado, y hasta yo ya empezaba a darme cuenta que me empezaba a doler la cabeza cuando ella estaba cerca. Ella, cuando llegaba a algún lugar miraba cuidadosamente todo aspecto de la habitación, incluso hasta cuando le hablabas podías darte cuenta que estaba concentrada como barriendo con el pensamiento las cuatro esquinas de la habitación. Mi padre se oponía a que viniera a casa y siempre discutía con mi madre ya que era un familiar suyo.

Mi hermana mayor fue la primera en dejar la casa para casarse, pocos meses después aceptó mudarse a provincia con su esposo que era profesor de una universidad privada. Mi hermana es una persona muy nerviosa y se asustaba con facilidad en casa, para lo cual cuando yo era niño creo que ayudé a incrementar porque solía esconderme en los armarios o debajo de la cama para asustarla. Pero había un detalle del cual me había percatado; cada cierto tiempo no muy seguido mi hermana se enfermaba y no quería salir de su cama, mi madre cerraba la puerta y nos decía a mi hermano menor y a mi que no la molestáramos y que la dejásemos dormir. Me pude percatar al transcurso de los años que siempre coincidía con la muerte de un familiar, Susana se encerraba en su habitación y no iba al colegio y poco después o al día siguiente llegaba una llamada para comunicarnos el fallecimiento de alguien conocido.

- Continúa –

un poco alto tal vez

vengo del viejo con vista atañada
tengo su misma piel cuarteada
sus historias en mi palma
sus hijos sobre mi cabeza

debo seguir

un poco alto
un poco bajo
muy fuerte mi voz?
muy suave tal vez?
Mata el hombre
Deja el niño
Bajo tu seno

Nada importa
no importa ya
que todos vean
mis colores pálidos
haciéndose fuertes
mientras mi rostro
queda cubierto
de pintura carmesí

Lo oculto

Desde que era chico las historias de fantasmas y cosas relacionadas habían sido de gran interés para mí. Uno de los recuerdos más remotos de mi infancia se sitúa con mis tios y primos reunidos frente a un televisor blanco y negro viendo una película de terror, desde entonces siempre veía debajo de mi cama o dentro del armario, sino no podía dormir. Otro de los recuerdos eran los comentarios que atrapaba mientras comía acerca de los rumores de un familiar. Había muchas bromas acerca de una tía abuela por parte de la familia de mi mamá, todos decían que era una bruja. Ella, larga y muy seria, y casi sacada de un cliché, vestía de negro y tenía el cabello un poco largo amarrado siempre en un moño. Yo siempre fui uno de sus favoritos, ya que me traía dulces y regalos y me abrazaba muy fuerte cuando llegábamos a visitarla. Su presencia era imponente y un tanto fuerte, muchas veces mi mamá y mi hermana mayor se quejaban de dolores de cabeza cuando estabamos en su presencia, más adelante me comentaron que eso era porque “las rezaba” y la verdad que no le daba importancia hasta que empecé a experimentarlos yo mismo. La idea de brujas y de la magia era lógico cuando era niño y las historias acerca de esta mujer daban rienda suelta a mi imaginación, lo cual hacía que pensara que cualquier cajón o gabinete en su casa tenía algún animal muerto.


(sigue...)

inverso

arido e infinito
inmortal y seco
me llama el frio
que se mete en mis venas
mientras duermo
y todos hablan
comentan el color de mi universo
sexo hueco y verso verde
hinchado en las nubes blancas
mientras duermo
sobre mis ubres de vaca flaca

llueve en macondo

El viejo está enfermo, y no sé cómo repararlo. Sigo las instrucciones del libro pero las hojas están mojadas por la lluvia. Lo cubro con mi cuerpo pero pasan las gotas mojando los libros, corren a través del agujero a la altura del pecho. Llego al final y no hay más textos, sólo dice "déjelo reposar". Ya resignado cómodamente me siento al costado pensando si está conciente, no escucha los graznidos de la gente porque prefirió abandonar la realidad hace mucho, tal vez buscando a valentina, tal vez con miedo de verla. Sus ojos serán los míos, y sus manos gélidas las puntas de mis dedos buscando a tientas el interruptor.

last, at last

the last, last guardian

tan solo un año
parece más...
de la necesidad morbosa
de ver tus pelos escondidos
aureolas acumuladas
brillos opacados
fuxias desapercibidas
realidades asumidas
conformismos icónicos
conos invertidos
frases trilladas
duplicadas, triplicadas…
y les siguen
cayendo agua
a tus palabras
mi saliva
mis carcajadas
se quedan congeladas
en fotografías en sepia
con sabor a quinua
hasta la próxima vida

bocanada

nadie sabe lo que pasa en este pueblo
nadie calla lo que sabe en el pasillo
nadie sueña como lo hacian antes
solo hablan, hablan, hablan y hablan

cojo un comentario de los que vuelan
imagenes de las que me hablan
sueño canciones de las que me aman
y hablo, hablo, hablo y hablo

escondo mi frente bajo la axila
escapando de la resolana
porque no hay sol y aun asi me quemo
porque hablan, escuchan, ignoran y callan

finalmente termino el periodo
la bocanada de aire ya no atraganta
ni las palabras, ni los colores
ni los colores, ni las palabras
ni tus colores, ni tus palabras
y ahora calla, calla, calla y calla

por fin es un nuevo dia
(salud por eso) ;)

mala influencia

avanzamos a un mundo evolucionado
y cambiaremos los pulgares opuestos
por burbujas
en el 90% del cerebro no desarrollado

si-ner-gy

embadurnadas de energia
mis alas tatuadas se agitan exitadas
pensando en la vida eterna
que aspira una mosca de abril
buscando en colores que inspiran
un sueño de una noche de verano

human


Me senté a descargar la humanidad y en eso vi una cucaracha pequeña caminar por la pared. Tuve el atrevimiento de tomar mi sandalia y elevarla hacia su camino y aplastarla de un golpe. En una, cayó en el suelo patas arriba y la vi por sólo un segundo que aún movía un par de sus patas; sentí asco y retiré la mirada casi de inmediato, asco por su existencia, tal vez por la mía. Yo era un ser mil veces más grande que el invasor. Pensé en reencarnaciones en animales y en insectos, visualicé enjambres de insectos y por un segundo dude de las miles de partes que podía tener algo sensible como un dios. Mientras perdía mi tiempo siendo humano el insecto se incorporó y empezó a caminar rápidamente, casi ileso por debajo de la puerta.

"I did my best to notice, but..." (8)

bishonen

y pasará santa
la semana quejumbrosa
donde quedó mi tiempo
Jesús, ¿dónde?

y él sangra,
mientras tu cantas rosa
invade mis ojos
y los tornan tan rojos
como tus marrones

es natural
azul real
danzante en la superficie violentada
que se regenera lentamente

punto ciego

hoy me escondo debajo de mi cama
con el dualshock clavado en la palma
cubierto el pelo de telarañas
y un zapato en la nariz

no huele rico el zapato
se habia escapado
huido orgulloso con su color turbio
escapando del oxido de zinc
hasta el fondo de la pared
junto con otros juguetes
que escaparon de mi dominio

desde este punto ciego
veo mis pertenencias flotar libres
pensando que nadie las ve
alzando brazos cuales niños

vida otorgada por el tacto
por mi propio calor opaco
viven, flotan, tosen, recuerdan
vagamente los ojos marrones
que siempre paraban rojos

Visión

Había una cierta expectativa en el aire; según el hombre que se presentó ayer en las noticias habría un fuerte terremoto el sábado de la siguiente semana. La mayoría estaban escépticos puesto que el hombre de 35 años, electricista de oficio, argumentaba que se le había presentado Dios y le había dado la revelación mismo pastorcito de la virgen. Con Biblia en mano se había paseado por todos los canales del medio que le abrieron la puerta para advertir a los infieles. Al día siguiente de su pronostico un fuerte temblor a media mañana hizo a la gente ponerse un algo nerviosa; ¿y si tiene razón?... ¿y si Dios en verdad se le había aparecido?... ¿si estábamos ignorando a un santo?... Era el comentario común en las oficinas y universidades, en la cama y en el baño... ¿será verdad?.

Carmela (de 76 años) había estado con hincones en el pecho desde que vio la noticia de la predicción, atormentaba al viejo (de 78 años) para que no saliera a la calle puesto que en cualquier momento se iba a acabar el mundo. Apartó todos los muebles que estorbaban un escape rápido a la puerta de la calle, hizo que la empleada limpiara y encerara toda la casa y puso su mejor bata cerca de la cama, de esa manera se sentiría preparada y se pasaba la tarde sentada junto a la puerta, rosario en mano, esperando al viejo que se había vuelto a escapar a la calle.

A un par de distritos, amaneció como de costumbre un parroquiano ajeno, con los ojos irritados por el insomnio aunque logró dormir un poco a partir de las 6 de la mañana. Se vistió luego de mirar por un rato al vacío y salió de su casa mirando a todos lados, con la noticia en la mente alucinaba como sería que las paredes se desplomaran de un momento a otro. Soñaba con la destrucción mas no con la muerte de otros... tal vez la suya; ya lo había intentado un par de veces, una vez con jeringas y otra con pastillas molidas, pero prefirió postergarlo para otra ocasión mejor planeada, esta vez sería perfecto, sin brazos amoratados ni diarreas, tal vez cuando le quitaran la mirada de encima; tal vez cuando se le acabara la satisfacción de la atención atraída. Soñaba con la agonía como gloriosa reivindicación de las horas perdidas en su habitación y pensaba que tal vez que esos segundos serían lo más parecido al vientre materno.

Caminó un par de cuadras más y seguía imaginando postes cayendo a su paso y con gente corriendo despavorida por la calle; pero en su mente seguía el pensamiento del Dios que le había hablado a un tipo ordinario... si fuera verdad... ¿por qué a ese tipo?... y si fuera verdad... ¿por qué a él no? ¿Qué se necesitaba para ser tan especial?

El viejo como de costumbre tomó el sombrero, de esos que ya no se usan, y salió a la calle sin decir a donde iba. La anciana tratando de mantenerse ocupada revisó nuevamente sus joyas y recuerdos de familia y se percató que faltaban algunas, siguió buscando y no cabiendo en su asombro verificó que faltaban más de las que pensaba, en la tarde rebuscó el cuarto de la empleada sin encontrar joya alguna. Luego vió al viejo entrar a la casa con un sombrero nuevo y un par paquetes debajo del brazo. Quiso pretender que nada sucedía y después de un par de golpes en la almohada, mandó a servir la comida.

A paso de tortuga llegó el día profetizado, muchos durmieron de pie y otros con un ojo abierto, a la hora predicha todos finalmente miraron el reloj cercano, esperando sin respirar que el segundero rebase la hora que había fijado el electricista, dejando las mentes entumecidas y confusas pasó la hora... todos se miraron en silencio, luego, como nada sucedía se encogieron de hombros y se fueron a tomar desayuno. En medio del silencio, exactamente a las doce del día empezó un remezón que pareció eterno, donde el viejo se desnucó cayendo por las escaleras enceradas y la vieja quedo muda en el segundo piso, mirando como planeaba el sombrero que el viejo que no se quitaba ni para ir al baño.

Todo el camino hasta el ataúd del abuelo (de 78 años) había sido demasiado aburrido, las paredes habían permanecido quietas, no habían postes desplomados, la gente caminaba como siempre metida en sus asuntos... el cuello de la camisa le picaba, se sentía inquieto, aún decepcionado... con una mueca en la cara miró aquel cuerpo sin vida, salía espuma de la boca del abuelo... En el vidrio del ataúd aún estaban tibias las lágrimas de la abuela (de 76 años)vieja que seguían pidiendo perdón por haberlo empujado...

– y abuelo... que se siente morir?...

blanco

hoy arrastro mis pies
nuevamente para presenciar
el ascenso del color
a la realidad
en mejillas
y labios

habitantes - 003

Ya no había motivo para esconderse, la mujer parecía estar en un trance mirando un punto ciego entre los muebles. Fue cuando recordé la mordida en la pierna, pero no tenía daño alguno, ni un rasguño; y la serpiente se deslizaba por la casa como el perro sin patas que parecía ser, parecía disfrutar ser libre del daño que podía hacer. No había mucho que hacer en esta casa, por lo visto la mujer había devorado todos los alimentos y sólo había fotos colgadas en las paredes y encima de los muebles; ella se quedaba ahí sentada, balbuceando, ya era hora de irme. Fue cuando sentí una voz en todo el cuerpo, la mujer también la escuchó buscando lentamente con la cabeza de donde venía; abrió los ojos exageradamente para luego cerrarlos complacida. Me resistía a la idea pero la curiosidad me venció, cerré los ojos como la mujer y traté de entender de donde venía esta voz, y empezó a hablar.


(continúa...)

habitantes - 002

primera casa

Me di la libertad de entrar en una de las casas que estaban con la puerta abierta, vi de lejos lo que parecía era una mujer sentada en un sillón de espaldas hacia donde yo estaba oculto. Me acerqué un poco y pude ver su larga cabellera marrón clara, casi rojiza. Estuve escondido unos momentos detrás de un mueble, tratando de observar de lejos a mi tácita inquilina, pero fue cuando sentí una fuerte presión en la pierna y un dolor fuerte pero soportable. Estaba absorto con la curiosidad de ver el rostro de la mujer pero pareciera que no me importaba lo que estaba pasando, incluso cambié de escondite a uno más cerca de la dueña de la casa. Volteé finalmente y sorprendí una serpiente de algún tipo mordisqueando mi pierna, podría incluso afirmar que era una cobra, ya que tenía una especie de orejas a los costados pero no me asusté, seguía curioso acercándome a la mujer, los mordiscos no me afectaban. Ella tenía ojos marrones verdosos acentuados por unas grandes ojeras y una papada amplia que denotaba un gran sobrepeso. Ella miraba un punto específico entre los muebles, donde habían fotografías ajenas y babeaba mientras pronunciaba palabras que estaban lejos de ser entendibles. La serpiente seguía acosándome como si fuera un perro faldero nervioso, y fue cuando la mujer se puso de pie, se abalanzó hacia mi, tomó la serpiente y le arrancó los colmillos, y casi ignorando mi presencia volvió a sentarse.

- Continúa -

habitantes - 001

Las ciudades están plagadas de animales de malas costumbres y soy uno de ellos. Las necesidades innatas mueven sus pasos y sus decisiones. Llegué a esta pequeña ciudad más por curiosidad que por error, sus particularidades eran muchas; diferentes a las demás, todos dormían a una determinada hora y compartían similitudes dentro de su individualidad. El perímetro de la ciudad estaba cercado por un rectángulo perfecto y los habitantes no parecían percatarse de mi presencia. Yo sólo entraba de noche para no levantar sospechas, paseaba por sus calles y miraba por sus ventanas. Podía entrar incluso a sus casas, porque las puertas estaban abiertas, era un invasor.

Cuando caminaba exhausto después de devorar sus alimentos y usar sus cosas, me sentaba en algún sofá o cama disponible y cerraba los ojos satisfecho, a veces me quedaba dormido y era sorprendido por la luz del sol, pero me daba cuenta a tiempo para regresar y que nadie me viera. En esas veces que caía rendido, recuerdo vagamente que soñaba algo extraño, y podría afirmar que cada cierto tiempo se repetía el mismo sueño, pero sólo pasaba cuando estaba en estas calles, estas casas, pero parece que últimamente me persigue, incluso bajo mi propio techo.

(continúa...)

n o m á s r u i d o

siguen llamando
pero no hay tiempo
desvístelas
rato a rato
humíllalas
trapo a trapo

no hay tiempo
hablan
blando
donde
dejé
jesús
mi
tiempo

l o s d í a s

lo
siento
venir
se
presentó
dos
tres
o
cinco
veces

me
vió
asomado
desde
un
globo
que
se
hacía
flaquito

con
cinco
diez
días
soleados
difusos
des
enfocados
re
bloggeados

destilar

madre
muerde el cuello
para que corra el líquido
no importa __si
en el proceso __ se
pierde la manzana
__volverme blanco
__invisible
vacío

para llenarte de nuevo
debes estar vacío

n o m á s n ú m e r o s

no
más
nú me ros
pre fi e ro
ros tros
tor pes
pe rros
so mos
to dos

mariposas en un potro




alas deliciosas
engreídas, psicodélicas
incómoda ante el viento
inconcebible
una
tormenta
que actúa
apacible

al borde

un minuto y será diferente
sesenta segundos de los cuales me comí ya diez
me apura corriendo ante lo inevitable
queda poco tiempo
poco se hizo hoy
nada dije hoy
casi nada
casi
casi es algo
algo es mucho
mucho es suficiente
suficiente es demasiado
nunca supe la diferencia
entre poco o mucho
mucho o demasiado
es quien soy
querré(ás) cambiarlo?
doce, cero, uno, dos…

¿Tú?

en otra realidad
soñando en la cima
con poco aire
con lluvias
con tu orgullo en la mano
tu viejo junto al brebaje
rompes pestañas con sueños elaborados
te rindes confiado frente a depredadores
pero mi realidad aguarda
con alarmas de 7 am
7 am
7 am
vuelvo a despertar